Os dejamos unas claves para que, en la medida de lo posible, intentemos reducir su consumo y, en consecuencia, la factura de este mes no se eleve demasiado.

1.- Aprovechar la luz natural

2.- Poner en marcha prácticas de ahorro en los dispositivos electrónicos: evitar los modos standby y desenchufar lo que no usemos.

3.- Comprobar la potencia contratada y elegir una tarifa de discriminación horaria: es conveniente ajustar la potencia a la necesidad real de cada vivienda y hacer uso de los electrodomésticos dentro de la franja horaria reducida que va desde las 22:00 horas hasta las 12:00 horas en invierno y desde las 23:00 horas hasta las 13:00 horas en invierno.

4.- Elegir bien los electrodomésticos y sacar partido de ellos: Aunque el desembolso sea mayor, es conveniente elegir electrodomésticos con mayor eficiencia energética (triple AAA). Los que mayor consumo generan son: horno, frigorífico (encendido 24/7), lavadora, secadora, vitrocerámica y lavavajillas. Optar por programas ECO.

5.- Calefacción individual: es recomendable el uso de termostatos automáticos de regulación de temperatura. La temperatura ideal está en torno a los 19-21 grados. Evitar encender los radiadores en estancias que no se usen.

6.- Usar bombillas LED en lugar de incandescentes supone un ahorro de más del 80%.

Esperemos que estos consejos os ayuden, aunque con este frio lo único que nos pide el cuerpo es encender la calefacción muy fuerte.